Hay una estrecha relación entre el sexo oral y la salud bucal. Existen algunos riesgos que hay que conocer. La presencia en la boca o en las encías de cortes o heridas pueden ser una vía de entrada directa de virus, hongos y bacterias, de tal manera que la práctica del sexo oral sin protección aumenta el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual como la sífilis, virus del herpes simple, virus del papiloma humano o VIH.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de un millón de personas al día contraen una infección de transmisión sexual.  Las enfermedades de transmisión sexual se contraen por contacto sexual, sea oral, anal o vaginal. Algunas, como la hepatitis B o el VIH también se pueden adquirir por contacto con sangre infectada.

La principal vía de transmisión en la boca se produce por contacto con los fluidos corporales y también se pueden contagiar desde la boca de una persona a los genitales de otra. 

El dentista puede, haciendo la exploración de la cavidad oral, detectar la existencia de enfermedades de transmisión sexual, pero no está de más que conozcáis cuáles serían las principales señales de alarma::

• Aftas en la boca, que pueden ser indoloras
• Lesiones similares a herpes labiales o ampolles alrededor de la boca
• Garganta enrojecida y adolorida, con dificultad por tragar
• Inflamación continua de las amígdalas
• Secreción amarillenta o blanquecina