Al igual que una práctica deportiva adecuada puede tener efectos beneficiosos sobre la salud bucal, también tener una boca sana puede ayudar a mejorar el rendimiento deportivo. Por tanto, si practicas deporte de manera habitual te puede beneficiar cuidar tu boca y tus encías.

Los procesos inflamatorios que están en la base de las enfermedades periodontales afectan al rendimiento deportivo. El aumento del daño oxidativo y la liberación de citoquinas inflamatorias afectan a la producción de energía de los músculos, a la resistencia, a la fuerza muscular y a la coordinación neuromuscular tan necesaria en la precisión de los gestos deportivos.

Estas afirmaciones se sustentan en diferentes estudios que relacionan las enfermedades periodontales con el rendimiento y las lesiones en la práctica deportiva. Dependiendo del tipo de actividad deportiva puede haber un mayor riesgo para la salud bucal, como es el caso de los deportes de contacto, para los cuales es necesario adoptar medidas preventivas como la utilización de protecciones frente a posibles traumatismos.

Por lo que respecta a la prevención de la muerte súbita en el deporte, debemos tener en cuenta la relación entre la enfermedad periodontal y la enfermedad coronaria.  Igualmente, una mala salud bucal puede repercutir en prácticamente todos los sistemas fisiológicos, como el sistema cardiovascular, respiratorio, neurológico, músculo – esquelético y neuroendocrino, que están implicados en el rendimiento deportivo.

Una de las alteraciones más estudiadas, con mayor respaldo científico, es la disfunción de la articulación temporo – mandibular, que puede provocar alteraciones en la coordinación neuromuscular y que tiene una gran repercusión en el rendimiento deportivo y en los procesos de recuperación, incluyendo el deterioro de la calidad del sueño.