Hay tres hábitos bastante frecuentes que pueden dañar la salud oral infantil produciendo alteraciones en la forma de morder (maloclusión)

1. La succión del pulgar

El hábito de succionar el pulgar es habitual en los bebés. Les da seguridad y los reconforta. La mayoría dejan el hábito a los dos – tres años, pero en algunos casos no es así y se provocan alteraciones en la forma del paladar y en la posición de los dientes. Es importante la visita del odontopediatra, para detectar y corregir este mal hábito.

2. La deglución lingual

Consiste en una posición avanzada de la lengua durante el reposo. Las causas pueden ser variadas, pero la más frecuente es la succión del pulgar, el uso abusivo del chupete o problemas en las vías respiratorias altas. La fuerza de la lengua puede mover los dientes de delante y se puede originar una mordida abierta y problemas en el desarrollo del lenguaje.

3. El uso inadecuado del chupete

El uso racional del chupete es habitual y saludable, pero no se tienen que cometer errores. Hay que tener en cuenta:

• El chupete ayuda a calmar el bebé, pero se tiene que usar correctamente
• El chupete reduce el riesgo de muerte súbita del lactante
• Es preferible usar el chupete que el hábito de chuparse el dedo
• Es preferible un chupete anatómico
• Hay que retirarlo a los dos años para no deformar los dientes
• No se tiene que mojar nunca en azúcar o miel ni limpiarlo en nuestra boca